El IPC en España sube un 3% en febrero impulsado por el coste de la electricidad
El Índice de Precios de Consumo (IPC) en España ha registrado un incremento del 3% en febrero de 2025 en comparación con el mismo mes del año anterior, según los datos confirmados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta cifra representa el mayor aumento interanual desde junio del año pasado y se debe, en gran parte, al encarecimiento de la electricidad tras la subida del IVA del 10% al 21% en enero.
El impacto de la electricidad en la inflación
Uno de los factores clave detrás de esta subida es el aumento del precio de la electricidad. Desde que el IVA aplicado al suministro eléctrico pasó del 10% al 21% a principios de año, los hogares y las empresas han visto cómo sus facturas energéticas se han encarecido significativamente. Este incremento ha repercutido en el coste de producción de bienes y servicios, trasladándose así al consumidor final.
La inflación subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y la energía por su volatilidad, se ha situado en el 2,2%, reflejando una tendencia al alza en los precios más estructurales de la economía.

Consecuencias para los consumidores y la economía
El aumento del IPC supone una pérdida de poder adquisitivo para los ciudadanos, sobre todo para aquellos con ingresos fijos, pensionistas o sueldos que no suban proporcionalmente a la inflación. Este repunte de los precios podría influir en la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que podría mantener tipos de interés elevados para contener la inflación en la eurozona.
Los sectores que padecen más con esta subida de precios son la alimentación, transporte y vivienda, dónde se han visto afectadas por el encarecimiento de la energía y materias primas. Por otro lado, el Gobierno ha señalado que esta tendencia inflacionaria podría moderarse en los próximos meses si se estabilizan los precios de la electricidad y los combustibles.
Perspectivas futuras
A pesar de esta subida del IPC, los analistas prevén que la inflación en España se modere en la segunda mitad del año, siempre y cuando los precios energéticos no sigan al alza. Sin embargo, otros factores como son la evolución de los conflictos internacionales, el precio del petróleo o las decisiones del BCE pueden influir en el comportamiento de los precios en los próximos meses.
Ahora mismo los consumidores tendrán que afrontar un encarecimiento del coste de su día a día, lo que podría afectar el consumo y, en consecuencia, la evolución económica del país.